Dentro de los íconos culturales venezolanos, encontramos el joropo, una forma tradicional de música y baile que identifica la cultura de este país, acompañado por el arpa, cuatro y maracas como instrumentos básicos del joropo, sin embargo, pueden agregarse otros instrumentos como el bajo y la bandola, dependiendo de la región.

En sus letras, ritmo y estilo, se ve reflejada la tradición, la cultura popular y rítmica, construida por las generaciones del pasado. La variante y majestuosa diversidad cultural que caracteriza a Venezuela permite catalogar tres estilos de Joropo: el Joropo Oriental, el Joropo Central y el Joropo Llanero.

Se cree para algunos autores que su origen data del año 1701, y para otros en el año 1746. Están relacionados al fandango, un baile popular perteneciente a varias partes de España y de Hispanoamérica y a la música melismática de origen árabe.

El joropo representa la mezcla cultural, un estilo mestizo como el venezolano mismo: en la rítmica melodía que denotan el arpa y cuatro, observamos la presencia europea, en la expresión de sus bailes y movimientos identificamos la presencia del negro y en la estampa de las maracas identificamos la huella indígena.

Es así, como este género lleva consigo la fusión de elementos culturales de nuestros antepasados indígenas, africanos y europeos, símbolo de identidad cultural venezolana, razón por lo que fue declarado el 15 de marzo del año 2014 como Patrimonio Cultural de la Nación en la categoría “Bien de Interés Cultural”, para preservar y difundir este género musical representativo de la Patria.